Enoturismo, La Paz, Entre Ríos
Tanto la región litoral de los ríos Paraná como Uruguay poseen innumerables viñedos y pequeñas bodegas cuyo número y producción aumenta año a año.
Su excelente ubicación geográfica le permitió a Entre Ríos consolidarse en los últimos años como un actor privilegiado de nuevos vinos con cepas innovadoras logrando sabores únicos.
Tanto la región litoral de los ríos Paraná como Uruguay poseen innumerables viñedos y pequeñas bodegas cuyo número y producción aumenta año a año.
Del lado del río Paraná encontramos muy buenos viñedos cercanos a la capital provincial como así también en la coqueta Victoria y alrededores, sumando a esta ya existente oferta nuestro reciente viñedo local bautizado con el nombre Cabañas del Viñedo, en la Paz Entre Ríos.
Del lado del río Uruguay la actividad enológica se concentra en los alrededores de las ciudades de Ubajay, Villa Elisa, Colón, Concepción del Uruguay, y la siempre carnavalesca Gualeguaychú.
De suelo arcilloso, con sol todo el año y con lluvias y temperaturas medias que la describen como una provincia de clima templado, en Entre Ríos los viñedos descansan en tierras pedregosas o a lo largo de llanuras que presentan leves ondulaciones y que se parecen muchas veces a las regiones francesas que dieron origen a cada una de las cepas que hoy año a año cosechamos aquí.
Con un gran conocimiento vitivinícola adaptado a esta región y con la calidad humana del nacido o llegado a estas tierras, quienes hacen el vino entrerriano han logrado armonizar de manera perfecta el carácter de esta geografía única con verdaderos tesoros de uva merlot, cavernet sauvignon, malbec y tannat.
No hay dudas que la mezcla de factores hacen de Entre Ríos un destino ideal para los amantes del buen vino, ya que pueden incorporar a sus vacaciones y al tiempo de ocio la posibilidad real de recorrer distintos viñedos y bodegas turísticas que permiten al visitante degustar cepas que hace tiempo eran impensadas en nuestra provincia.
Para muchos, no hay como el tannat entrerriano, que con su cuerpo rojo y violácea alma, es el mejor vino para degustar los mejores cortes de parrilla como así también platos donde el dorado y el surubí forman parte de la carta de cualquier restaurante entrerriano.